Hace menos de 45 días, el compañero Gustabo Manzanelli, Cronista de LV2 y dirigente del Cispren, advertía en medio de la algarabía por la reincorporación de 21 compañeros: “Fue un triunfo de la solidaridad, porque más allá de las diferencias primó la unidad en la defensa de la fuente de trabajo. Pero es sólo una batalla y la lucha continúa, porque se trata de un grupo económico muy poderoso que sigue teniendo el mismo objetivo de reducir costos en perjuicio de los trabajadores, así que no tenemos que confiarnos ni bajar los brazos”.
La advertencia se cumplió. Noviembre encontró a los compañeros de LV2 otra vez en la calle y tomando la radio en reclamo por la reincorporación de 18 despedidos. Al igual que lo ocurrido hace 45 días, los trabajadores dieron muestras de verdadera unidad y solidaridad ante la adversidad.
En perspectiva, el conflicto de LV2 sacó a relucir lo que tantas veces se esgrime “de la boca para afuera” -al decir de algunos-, pero que contra viento y marea defendemos quienes militamos en nuestro gremio: los lazos de solidaridad.
En tiempos en los que prima el individualismo y el culto al YO parece estar por encima de todo, el doloroso conflicto en AM970 puso de manifiesto que la verdadera unidad se hace en la lucha codo a codo con los compañeros.
Esa la manera en que se conocen sus inquietudes, se escuchan críticas, reproches, sugerencias y disidencias. Porque en definitiva son los compañeros los que hacen del gremio un colectivo.
Esa es la verdadera unidad.
Pero como anunciaba Manzanelli hace 45 días, la lucha continúa. Y por más que la conciliación obligatoria sea un freno al avasallamiento del Grupo Vila-Manzano, no hay que perder de vista que el verdadero objetivo es que TODOS los compañeros sean reincorporados. En este aspecto, como colectivo de prensa y comunicación, nos cabe la responsabilidad de seguir con atención el desarrollo del conflicto en LV2 porque se trata de un ataque al trabajador sin ninguna distinción de ideologías.
Mantengámonos en alerta.
5 de noviembre de 2008.
1 comentario:
Lo de Pedro Bernardini no es ninguna novedad porque es un elefante con patas. Lo grave es que sea apoderado de la Lista Verde y que sus integrantes miren para otro lado cuando Pedrito abre la boca y dice todas las barbaridades que se le ocurren y ataca a compañeros porque piensan distinto. Se imaginan a Pedrito en el gremio haciendo caza de brujas y señalando a compañeros de ideologías "sospechosas". Dreizik nos libre y gane, por favor.
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